¿Eres una ONG que trabajas para mejorar la calidad de vida de los niños con discapacidad infantil en África?
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Desde Fundación DACER colaboramos con entidades que desean poner en marcha proyectos relacionados con la discapacidad tras un daño cerebral ofreciendo asesoramiento sanitario en materia de neurorrehabilitación
LA EXPERIENCIA CON BABIES UGANDA
Hace unos meses Babies Uganda y Fundación DACER cruzaron sus caminos para unir sus fuerzas y seguir ayudando a más niños y niñas con daño cerebral infantil, en esta ocasión, en África.
Hemos tenido el privilegio de compartir el emocionante y necesario proyecto de Babies Uganda en la puesta en marcha y arranque de su colegio Butterfly Especial Needs School, un centro educativo dedicado a niños y niñas con necesidades especiales.
La dirección de Babies Uganda tenía claro su objetivo de ofrecer con este colegio, cuidados y educación de calidad, pero además, ofrecer oportunidades verdaderas de recuperación y mejora de la calidad de vida de los niños con discapacidad.
Cuando conocieron el Modelo DACER de neurorrehabilitación y tras la primera reunión, supimos que sería el comienzo de una gran alianza que cambiaría las vidas de muchas personas.
Tras la firma de un convenio de colaboración establecimos un plan de trabajo.
- Asesoramiento técnico en el equipamiento de las aulas de rehabilitación
- Asesoramiento y guía en la compra de materiales.
- Formación especializada en el colegio al equipo educativo local, cuidadoras, fisioterapeutas y a los responsables del proyecto.
- Seguimiento de casos individuales a través de videollamadas y refuerzo de formación
- Viajes de seguimiento
La experiencia en Butterfly
El trabajo que hemos realizado con Babies Uganda ha sido inspirador, eficiente y profundamente humano. Nos ha mostrado la dura realidad que viven los niños con discapacidad en este país.
Los siete días que compartimos con los niños fueron intensos, tanto física como emocionalmente. Es imposible no sentir cierta frustración al querer hacer más, al ver tanto por hacer… Pero decidimos centrarnos en todo lo que hemos logrado en tan poco tiempo y en el impacto real que conseguimos.
Enseñamos al equipo la importancia de una alimentación adecuada y segura, cómo colocar bien a los niños para favorecer su postura y su bienestar, y también cómo el juego puede ser una herramienta poderosa para conectar y estimular. Les propusimos nuevas formas de abordar el día a día con los niños, y no solo las aceptaron: las incorporaron con entusiasmo y con ganas de mejorar.
Cada jornada fue un verdadero ejercicio de aprendizaje mutuo, de compromiso compartido, de esperanza al alcance de nuestra mano. El equipo local pudo ver, con sus propios ojos, cómo los niños respondían a la intervención especializada. Se emocionaron con cada pequeño avance, con cada gesto, cada logro, cada paso hacia una mejor calidad de vida
Pero lo más importante ha sido poder enseñarles cómo hacerlo, que crean en sus habilidades y en la enorme capacidad de los niños, algo que hasta entonces no sabían.
A lo largo de nuestra experiencia tuvimos la oportunidad de conocer en profundidad la iniciativa tan maravillosa de Babies Uganda de dar una oportunidad a lo más desfavorecidos y ver cómo crecen y cómo transforman comunidades enteras. Esto nos ha reafirmado en la importancia de seguir colaborando con ellos estrechamente.
Volvemos a casa conmovidos y profundamente agradecidos. Esta experiencia ha reforzado nuestro compromiso de seguir apoyando a quienes trabajan en primera línea para cambiar vidas.
Por este motivo queremos seguir ayudando a las ONGs y ofrecerles el asesoramiento y formación de sus equipo para que, entre todos, podamos brindar más oportunidades a las personas con discapacidad en África.
Ya hemos transformado una escuela. Con tu apoyo, podemos llegar a muchas más.
Compartimos con vosotros/as la emotiva carta que recibimos del equipo de profesionales de BUTTERFLY SPECIAL NEEDS SCHOOL
